viernes, 11 de diciembre de 2009

...La Guerra es Paz...





Barack Obama vuelve a ser noticia, bueno, sigue siendo noticia. Porque la cara de este afable y atractivo señor no ha parado de salir en los periódicos desde que ganó las elecciones e hizo historia tras una magnífica campaña de marketing, digo, campaña electoral. Desde hace 11 meses, todos los medios de comunicación que divulgan información están salvados, el señor Obama SIEMPRE es noticia. Podemos rellenar hueco y espacio con él, porque siempre está al día. Es un icono duradero, porque ha supuesto un gran cambio. Todo el mundo (y cuando digo todo es todo, no sólo los estadounidenses) tiene puesta la mirada en cualquier movimiento que realice este jefe de estado. Cualquier decisión que tome será recibida como si de un hito se tratara. Porque la gente quería un cambio y él supo virar el timón a tiempo.
En un país perdido de Europa, los sabios del comité de decisión de los premios Nobel, también saben de la existencia de este semidios. Y, después de deliberaciones, han decidido otorgarle el premio Nobel de la Paz. Increíble galardón para un recién llegado, pensaréis.

Lo que yo me imagino es la conversación entre los dos grandes mandatarios de decisión del comité del Nobel:

...Ring, ring,...

Sr Decisor 1: Diga?

Sr Decisor 2: Hola?

1: Ey hola! ¿Cómo estás? Pensaba llamarte dentro de 10 minutos, te lo juro, pero es que estaba mirando unas cosas y se me ha pasado. ¿Cómo llevas lo de los premios?

2: Bien, bueno, por eso te llamaba... Después de una larga reunión ya hemos decidido a quién darle los premios y así queda la cosa: 3 de física para tres hombres; 2 de economía para un hombre y una mujer; 3 de medicina para un hombre y dos mujeres; 3 de química, dos hombres y una mujer; uno de literatura para una mujer. De todas formas te he enviado un pdf de quiénes son por correo. Ahora les echas un ojo.

1: Ok, muy bien. Oye, ¿mucha mujer he oído yo, no? 5 en total, será la edición con más mujeres premiadas de toda la historia...

2: Sí, es que ya sabes que estamos entrando en el siglo de las mujeres y... bueno, ahora con todo esto de la emancipación feminista... prefiero que nos curemos en salud antes de que vengan quemando antorchas y sujetadores. Además, mi mujer también me estuvo insistiendo y ya sabes,... no es que yo sea un calzonazos, es que odio dormir en ese sofá de piel...

1: Vale, bueno, si me parece bien... Pero oye, falta un premio. ¿Qué pasa con el Nobel de la Paz? No te lo he oído nombrar, ¿este año no lo vamos a dar?

2: Ya... sí, es cierto, no te lo he dicho. Tenemos un nombre en la recámara, pero tenía que consultarlo contigo porque, bueno,... no sé si estarás de acuerdo... Verás, es que hemos decidido dárselo a Obama,..

1: ¿Obama? ¿Barack Obama?

2: Sip, el mismo.

1: ¿Darle a Barack Obama el Premio Nobel de la Paz? ¿El mismo Barack Obama que sólo hace 11 meses que está en la Casa Blanca? ¿El mismo que acaba de enviar soldados a Afganistán? ¿Ese Barack Obama?

2: Sí, el mismo. Mira, sabía que no ibas a estar de acuerdo, pero todo tiene una explicación, escucha,...

1: ¡No! No te escucho, es una broma, ¿verdad? ¡Darle el premio Nobel de la Paz a Obama sería una frivolidad espantosa! Y no me quiero imaginar la controversia que generará si...

2: A ver, ¡stop! Míralo desde este punto de vista. La gente de hoy en día sabe quiénes son los ganadores del Gran Hermano, se sabe la alineación de las selecciones de fútbol y todos los escarceos amorosos de las estrellas de cine. Pero dime cuánta gente sabría decirte los ganadores del Nobel del 2008,... apuesto a que te sobran dedos de una mano. Elegir a Barack Obama no es una frivolidad, es una inversión. Todo el mundo habla de ese tío, todo el mundo confía en ese hombre. Su nombre ha pasado a la historia. Y si lo escogemos, generaremos publicity y todo el mundo hablará de nosotros. Estaremos de nuevo en el mapa, la gente se interesará por los premios, los Nobel volverán a tener eco mundial.

1: Vale, todo eso que me dices es muy bonito. Los periódicos se harán eco de ello, los Nobel volverán a ocupar portadas y la gente hablará de ello. Pero todos esos periódicos y esas gentes se cuestionarán el premio, y algunos hablarán mal. Este hombre todavía no ha hecho nada. ¿Qué vamos a argumentar? Sí, le hemos dado el Premio Nobel de la Paz por todo lo que creemos que va a hacer en un futuro,...

2: Ya sabes lo que dicen, lo importante es que hablen de ti, aunque hablen mal. Piénsatelo, este hombre supone un gran cambio, es la esperanza de la gente. ¿Por qué no darle un voto de confianza? ¿Y por qué no darnos una esperanza a nosotros también? Sabes que lo necesitamos, no niegues una oportunidad de darnos visibilidad.

1: Mmm... cierto es, pero entonces los Nobel se convertirán en un concurso de popularidad. ¿No supondrá una bajada de prestigio? ¿No deberíamos mantenernos tal y como siempre? No sé, no me convence...

2: ¿De qué sirve tener un algo si nadie lo conoce? Además, este año hemos premiado a muchas mujeres, pero todavía no hemos premiado a ningún negro,...y también están de moda,...

1: ¡Bueno, vale! ¡Tienes razón! Premio Nobel de la Paz adjudicado!

2: Sí!!! ¡Qué bien! Oye, y otra cosa,... en la edición del año que viene podríamos premiar a algún gay, que ahora también están de moda,...

1: Ey, ey, ey, ey!! Poco a poco, por favor!

2: Sí, vale, es que me he emocionado, jeje,...


Poco después de esa conversación tuvo lugar una ceremonia para que el presidente del "mundo" recogiera el premio. En su discurso, el Nobel de la Paz, justificó la guerra.

Ahora ya entiendo la cita de la obra 1984 del gran George Orwell: "La Guerra es Paz".